miércoles, 18 de enero de 2012

El manisero entona su pregón #0.1: no te acuestes a dormir

¿Hay algo mejor en la vida que un buen pregón? Nada más adecuado para abrir fuego y que empiece la fiesta, así que vamos allá:

     ¡Maníííííííííííííííííííííííííííííííííííííííí!

     Qué género insondable e inagotable este del pregón, ¡qué títulos! Lean, lean: el mondonguero, el maraquero, el vendedor de todo, el carbonero, el dulcerito, el tomatero, el panquelero, el morón, calla campanero, coco seco, baila mi pregón, yeyey, el pirulero, casera mire qué caña, ayaca de maíz, guagui...
     Y así, sumen y sigan. Se puede pasar uno la vida coleccionando pregones. Más adelante habrá ocasión de volver sobre muchos de ellos y ponerlos por aquí, pero por ahora nos ocupa el que sin duda puede ser llamado Pregón de Pregones: el inmortal Manisero.
     Y dirán ustedes ¿pero otro manisero? Sí señores. Años que pasáramos comiendo manises serían pocos para una de las canciones más interpretadas de la historia.
      Soñaban tiempo ha nuestros queridos Marciano y Longino con hacer un Melodías Pizarras íntegramente dedicado al Manisero. Ignoro si lo han hecho o no, pero como diría su Padre, ¡ese es el concepto, hijos! Esta idea también la llevó a cabo el gran sello Tumbao, con un cedé de 25 versiones clásicas del ídem que pueden encontrar aquí.
      Por aquí humildemente vamos con lo nuesto y les pedimos, a cada participante de este saloncito y a quien se nos quiera unir, bien su manisero favorito, bien uno original que les guste por cualquier razón.
     Yo también le voy a comer parte de la tostada a mis compañeros, porque hay un problema importante. Evidentemente no se puede empezar todo esto sin hacer mención al manisero de maniseros. El primer disco "hispano" en vender un millón de copias allá por 1930 o 31. Porque dirán "pues qué señor más clásico y previsible es usted", pero si conocen a alguien que cante mejor que Machín, hagan testamento, escojan sus padrinos, pongan día y hora junto a la tapia del camposanto, y díganme quién. Y eso no es todo, es que la trompeta, esa trompeta del manisero sobre la que podrían descansar civilizaciones enteras, la tocan nada menos que Mario Bauzá y/o Julio Cueva. Y eso sigue sin ser todo, es que encima hay espectaculares imágenes:


     Pero no me puedo quedar aquí, porque me tacharán de clasicista, acaso de inmovilista, de carcamal. Por eso les dejo con no uno, sino dos maniseros más. Primero uno muy raro que hace el maestro de maestros, el adorado Cara de Foca, que tiene varios en su haber pero para mí este, editado en un EP de Victor de 1956 llamado "Havana, 3 a.m.", se lleva la palma, con esas guitarras españolas y esa deconstrucción rítmica típica de nuestro vanguardista maestro:


     Y el último que les dejo lo arregla, nueve años antes, un músico bastante olvidado hoy y que fue una gran influencia en Cara de Foca: Stan Kenton, que con la ayuda a la percusión de, ojo señores, José Luis Mangual y Machito, se marca, el 6 de diciembre de 1947, este frenético pero sabroso peanut vendor con una morrocotuda sección de metales:



     Hay muchos más, claro, pero basta de abusar: vamos a dejarlo así y a pedirles que salgan a cantar desde su balcón y a pedir su cucurucho de manís, ¡miren que después se van a arrepentir!

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