El increíble CD del conjunto portorriqueño Los Jardineros salió ya hace tiempo en Yazoo. Aparte de esta defensa de la noche, alcahueta de la fechoría, que recuerda a esos fandangos de Paco Toronjo,
soy amigo de la noche
a mí no me conoce el sol
la noche es amiga mía
porque la noche es amor
y oculta la hipocresía...
Tenemos una muy resuelta defensa del marido frente a la esposa,
Los tenemos también "bombeando" veinte años antes de Cortijo y Maelo, con esa maravillosa improvisación al cante, "en el grupo soy segundo, primero bailando un son, y soy el mejor del mundo que acompaña al cabezón":
¡Que no pare el pregón! Miren qué género les traigo, directamente recogido en nuestro modesto pero coqueto reproductor portátil, especialmente para ustedes. Este va para ese norteño de pro, el amigo J, alias DrFassbender. Porque sabemos que a él la cosa de los bongoses le vuelve loquito.
Se trata de Rica Pulpa, una composición de Eliseo Grenet (el célebre autor de Mama Inés), grabada por Miguelito Valdés con los Afro-cubanos de Machito y Bauzá el 27
de julio de 1942 en Nueva York, y que publicada por Decca en el álbum "Bim Bam
Boom" (ver abajo). Dulce como besos de mujer:
Y en la cara B de esa misma plaquita, grabada el mismo día y por los mismos protagonistas, la maravillosa y africanísima Zarabanda, escrita por el gran amigo de Miguelito, Chano Pozo. Dedicada con todo el cariño a nuestra venerada lolaflores, porque sí, porque sí, porque zas:
Se pasó por fin Don Sicalíptico por nuestro saloncito hermano y nos dejó, entre otras, una perlita muy querida por estas latitudes, y que hoy les traemos en diferentes versiones.
Porque en este pregonar hemos cantado al tomatero, al dulcerito, al carbonero, al mondonguero, al frutero, al campesino, al manisero, al que trae los globos... y aún no habíamos hablado de esa maravillosa figura que nos surte de caldos y licores, de alegría y sonrisas... (allá al fondo sonríe coqueta la cirrosis...) ¡El camarero de nuestros amores! Como Argentina del suyo, estos dos señores se enamoraron de dos diosas de los cócteles y el ron.
Una es la que conoció alguien que de camareras sabía un rato, Bennny Moré, el bárrrrrrrrrbaro del rit mo:
La "Camarera del amor" es un bolero-son del cubano José Dolores Quiñones,
el "filósofo del bolero", nacido en fecha desconocida por nosotros y
fallecido en 2008. Llegó a Europa de la mano de Machín, fue peregrinando
por Europa y contratado por Fellini para Bocaccio, pero no
sabemos para qué porque esta no se la hemos visto aún al maestro, pasó
"tres años comiendo bacalao en Noruega", y finalmente se estableció sin
tiempo que perder en Toulouse, donde falleció "tras componer muchas
canciones y ser padre de muchos hijos".
Y la otra camarera, también del amor, fue la de Don Antonio. La Máquina:
Hagamos un alto en nuestra antología del pregón para que me compren la Suite del Vudú de un madurito y dulcísimo Dámaso Pérez Prado.
Hay muchos elementos increíbles en esta obra, uno de los cuales es el hecho o la leyenda de que fuera compuesta por el propio Cara de Foca en apenas unas horas.
En abril de 1954, aunque todavía no ha llegado al número 1 de las listas (lo hará al año siguiente con su versión de "Cherry Pink and Apple Blossom White")—, Pérez Prado disfruta ya de un rotundo éxito en México y los Estados Unidos, gracias a "Mambo N. 5" en 1949, a la tremenda popularidad de la versión que Sonny Burke ha hecho de su "Qué rico el mambo" rebautizada como "Mambo Jambo" en 1950, a su triunfal gira estadounidense de 1951...
Un día de ese mes del año mencionado, sus agentes en RCA Víctor le dan una idea: que en algún momento Prado haga "una obra orquestal que plasme el matrimonio de los ritmos primitivos con el jazz americano"... ¡No saben lo que han dicho! En menos de 24 horas Pérez Prado ya la ha escrito y se encuentra grabándola al frente de una orquesta que entre sus veintidós músicos incluye al trompetista Shorty Rogers (que había estado con Stan Kenton), a varios músicos de jazz de la costa oeste, y un juego completo de congueros, bongoseros, y demás tamborileros para traer ese elemento cubano que tanto nos gusta.
El entusiasmo de Pérez Prado por el proyecto es fácil de entender: en su Cuba natal ya había destacado por ese gusto por el jazz que lo llevaría a su tipo de mambo, de hecho hay quien dice que su estilo musical ya de entonces es un antecedente del be-bop (volvamos a la gran verdad de Mario Bauzá: "los cubanos vinimos aquí y cambiamos vuestra música americana de arriba a abajo... ¡y nadie habla de esto!").
El 8 de abril el Maestro, los suyos, y sus invitados, están en Hollywood grabando esta partitura que requería cuatro saxofones, seis trompetas, tres trombones, una trompa, un bajo y siete percusionistas. Una gran anécdota del ambiente que se respiró en aquella grabación la da el trombonista Milt Bernhart:
"Uno de los movimientos [de la suite] incluía una supuesta pelea callejera en La Habana. El conguero Carlos Vidal y otro percusionista cubano iban a interpretar los papeles de los dos participantes en esa reyerta. Tras ensayar la música una o dos veces, uno de ellos decidió meterse bien en el espíritu del tema y se desnudó, quedándose en calzones.
Bien, empezamos a grabarla. En medio de sus cantos y sus aullidos, se olvidan de dónde están y empiezan a forcejear en serio. Están bien locos y están luchando. La mitad de la banda se viene totalmente abajo. La "toma" se paró en seco y yo caí al suelo partiéndome de risa. Prado parecía ofendido por nuestra risa y nos miraba a mí y a Maynard Ferguson, que estábamos histéricos. Fue un problema enorme seguir tocando, lo que lo hizo aún más divertido.
El trombonista a mi lado, un miembro de la orquesta habitual de Prado, seguía sentado mirando al frente, bien porque no le veía la gracia, bien por miedo a la ira de Prado. De hecho estaba visiblemente conmocionado y después oí que Prado lo despidió. ¡Yo me reí y Prado despidió a quien intentaba hacer su trabajo! Me siento mal... por otra parte, quizás el chico consiguió cosas mejores. Se llamaba Dave Sanchez y creo que ahora es un reputado músico latino en Nueva York. Así que le hice un favor... o eso es lo que me digo a mí mismo".
La música de Voodo Suite tiene un tanto de teatro, de falsedad y de trivialización del vudú, como apreciarán en el video. Con todo, es una de nuestras piezas favoritas de Cara de Foca, y eso es mucho decir en un señor a quien consideramos nuestro Padre.
Juzguen ustedes, aunque para ello debieran escuchar la versión el disco, un tour de force de casi 30 minutos, pero entretanto bailen como congueros posesos esta versión acortada para la película americana Cha Cha Boom, de 1956:
"Tremeye" es uno de los tres gritos básicos de
Cara de Foca, y significa "¡Dámelo!". Los otros, gritémoslos a coro,
son
Seguimos con nuestro pregón de apertura, hasta que alguno de nuestros compañeros compre y se nos una por fin. Hoy les traemos, de Oriente, malanga amarilla: ¡Hay que comerla caliente!
Y yuca en su punto que nos deja el Ciego Maravilloso:
Un "guayo", por cierto, es, según nuestras fuentes, un rayador. Y una vez tengan preparadas la yuca y la malanga, quizás quieran buscarse una cabeza de yeyey, para acompañar. Nosotros ese género no lo traemos, pero por esos mundos de Dios podrán encontrar a Arsenio pregonándosela. ¡Dile a Catalina venga acá!
Hoy les traigo fruta fresca y la verdura de primera calidad, que tengo un pregón muy bonito que todos lo van a cantar, un pregón que solo lo es el título, "Pregón de la montaña", son montuno benymorístico que firma y canta Roberto Faz:
Roberto Faz forma parte de uno de los grupos con mejor nombre de todos los tiempos: el Septeto Ultramar. De ahí pasa a varias orquestas de primera línea de playa, como la de los Hermanos Palau o la Orquesta Casino, y ya en 1956 forma su propio conjunto, con el que aparece en televisión en esta sabrosa, españolísima nochebuena:
Así de fresco es el género que les traigo, caseritos. ¡Píntense los labios!