sábado, 3 de marzo de 2012

Estas son las galletitas que arrebatan de placer

... y las chiquitas bonitas, no las dejan de comer...

     Se dice que hoy no hay hombres como los de antes, pero ¿qué me cuentan de las mujeres? ¿Dónde hay hoy señoras como La Lupe, como Celina, como Graciela, como Dolores Vargas? Haberlas seguro que haylas, pero desde luego no están en la industria musical. 
     Hoy les traemos dos pregones, dos, a cargo de una de las mujeres más increíbles que en el mundo musical han sido: la maravillosa María Teresa Vera.

Un bonito popurrí
De unos cuantos vendedores
Ya de fama popular
El uno dice así, óiganlo bien...


Esta legendaria trovadora nació en 1895, que se dice pronto, sobre todo si no nos preocupa que nos entiendan. Nació "de familia de esclavos" en Guanajuay, en el occidente de Cuba, y ya de niña empezó a "darse a conocer en los ambientes de bohemia y trova" de La Habana.
"María Teresa debutó a los 11 años en el Teatro Politeama Grande como trovadora. Tenía todo en contra suya para triunfar: Era mujer, y la trova era toda de hombres, no había mujeres cantantes; era mulata, y no precisamente de figura o cara deslumbrantes; nada de sensual o provocativo en su rostro bonito, pero serio; era la antítesis de Cecilia Valdés. Viene además de Pinar del Río, y la trova tradicionalmente había venido del oriente del país, no de occidente. Tiene una voz pequeña, que no se presta para teatros. Pero triunfa, y se hace habitual en las tandas de trovadores que son frecuentes en los teatros".
Entre 1914 y 1924 forma "el legendario dúo de la trova cubana" con Rafael Zequeira, con quien graba este maravilloso "mosaico", un popurrí de pregones, el "Popurrí de los vendedores":



“Comencé a  cantar con Rafael en 1916. Nos dedicábamos especialmente a la canción  cubana. Zequeira y yo hicimos más de cinco viajes a Estados Unidos  (…) Bien acoplados, identificados en nuestra misión artística,  enseguida nos popularizamos dentro y fuera de Cuba. Nuestro dúo fue un
éxito popular, aunque sea inmodesto decirlo”.
Si les gusta lo anterior, corran a por este disco que editó el sello catalán Tumbao, que es oro puro:

 

Poco después, y ante el auge del Sexteto, en especial del Sexteto Habanero, para el que no cabrían las loas en esta entrada ni en todo el internet, María Teresa forma en 1926 el Sexteto Occidente, en el que participa nada menos que Ignacio Piñero (quien posteriormente, y cuando María Teresa abandona, lo reconvierte en el Septeto Nacional), y por el que también pasa en cierto momento Miguelito Valdés, que aprende guitarra de la maestra trovadora.

El Sexteto Occidente, con Ignacio Piñero en el centro y María Teresa a la izquierda.

El Occidente graba este son pregón dedicado al globero, esa denostada figura que lleva globitos para los niños, ¡a real los globos!



Después viene su gloriosa etapa con Lorenzo Hierrezuelo, que como todos ustedes saben es el Compay Primo del que el Compay Segundo sería ídem, y sigue componiendo y grabando maravillas eternas. Una de nuestras locuras favoritas, aunque nos salgamos del pregón por un instante, es esta hipnótica maravilla de Piñeiro, "La alta sociedad", cantada en gran parte en abacuá. Tengan paciencia, que el sonido empieza allá por el minuto 2:50:



¡Quitan pesares las galletitas!


2 comentarios:

  1. Entusiasmado,compay`-Una voz chiquita pero eterna y qué pesonalidad la de doña Mª Teresa en aquellos mundos de principios del pasado siglo.
    ¡Qué lindo el pregón del globero!
    Sandunga.

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  2. La Vera > The Clash.

    Abrazos, queridos.

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